EMBALAJES PARA MÓDULOS.
Un problema con el que casi nadie cuenta a la hora de
plantearse la construcción de un módulo o conjunto modular, es el almacenaje y
transporte del fruto de nuestro trabajo, que nos ha mantenido ocupados durante
un largo periodo de tiempo. Por no hablar del desembolso económico que ello
supone.
En efecto, el módulo terminado, con mayor o menor fortuna, debe ser transportado a un encuentro o
simplemente almacenarlo en algún lugar del domicilio, y aquí empieza un verdadero
quebradero de cabeza para el neófito.
Las soluciones empleadas son de lo más variopintas, desde el
carecer por completo de embalajes a auténticas cajas blindadas voluminosas y
pesadas, pasando por cajas de cartón o cualquier otro sistema, dependiendo de
los gustos o conocimientos de cada uno.
Por nuestra parte hemos adoptado un método que creemos muy
acertado al combinar ligereza, bajo coste y eficacia probada en los muchos
desplazamientos realizados sin tener el más mínimo percance, y por el que más
de un aficionado ha demostrado interés, por lo que realizamos a continuación
este tutorial explicando el proceso.
Antes de comenzar no obstante, conviene tener en cuenta una
serie de cuestiones relativas al tamaño de los módulos, como coinciden en
señalar los más experimentados modelistas, aunque esto no afecte al proceso que
se describe a continuación.
La primera regla es no construir un módulo que no pueda
manejar una sola persona, y la segunda que el módulo debe caber en el maletero
de un coche normal.
Esto nos lleva a evitar módulos de más de 120 cm de largo en
cualquier escala. El ancho estará entre 40 y 50 cm en nuestro caso, ya que
utilizamos la normativa Euro-N, que si bien tiene normalizada la primera
medida, en algunas estaciones utilizamos
la segunda, eso si, con la cabeza normalizada. En cuanto a la altura, aunque en
principio debería adaptarse al decorado, hemos determinado homologar ésta a 35
cm, medidos desde la base del cajón hasta el extremo superior del fondo
decorativo, de esta manera resultan cajones de igual altura, lo que facilita el
almacenaje y la carga de las furgonetas.
El método constructivo es simple, unas piezas de DM de 3 mm,
unidas entre sí por medio de perfil de aluminio en L de 20 mm, pegado con
adhesivo de montaje y remachado con remaches de 3’2 x 10 mm, que forman una
campana que se coloca desde la parte superior del módulo, cubriéndolo en su
totalidad y sujetándose al cajón mediante tornillos con palomilla.
Tal vez haya quien considere frágil un panel tan fino, pero
puedo garantizar que soporta bien mi peso, siempre que no pise en el centro,
por supuesto.
Será preciso cortar cuatro laterales y un techo por cada
embalaje a realizar, que tendrán 15 mm más de largo y ancho para el techo. Para
los laterales daremos 10 mm más de largo y 20 de alto.
Así por ejemplo, para un módulo de 80 de largo por 40 de
ancho, cortaremos una pieza de 81’5 x 41’5 para el techo, dos de 41 x 37 para
los frentes y otras dos de 81 x 37 para los laterales. En cualquier
establecimiento de bricolaje los podemos adquirir ya cortados a las medidas
precisas.
En cuanto a los perfiles, cortamos dos piezas de longitud
igual a la longitud del techo más dos
veces la altura, y otras dos del ancho menos 40 mm correspondientes al ancho de
los perfiles.
Para el ejemplo citado, serían dos trozos de 1555 mm y dos
de 375, que podríamos redondear a 1560 y 370.
A continuación se perforan los taladros para los remaches,
foto 2, utilizando una broca algo mayor que el remache a utilizar. En el
presente caso se emplearon remaches de 3’2mm por lo que la broca utilizada fue
de 3’5.
Los taladros conviene realizarlos desplazados del centro
hacia el exterior del perfil, con objeto de que queden situados demasiado al
borde de la tabla, y espaciados entre 25 y 30 cm.
Se doblan los perfiles, como se puede ver en la foto 3,
utilizando el propio techo como plantilla, y se presentan sobre éste, pasando a taladrarlo en los
lugares precisos.
Presentar un lateral y taladrar la madera en los extremos
del perfil, teniendo la precaución de colocar un lado a tope con éste y el otro
dejando espacio suficiente para un frente, ver fotos 6 y 7. Aplicar adhesivo,
taladrar y remachar.
Montar los dos frentes, teniendo igualmente la precaución de
poner un lado a tope y dejando espacio en el otro, y por último el segundo
lateral. Naturalmente en todas las uniones pondremos adhesivo.
Es conveniente antes de finalizar el montaje, hacer una
prueba con el módulo, como podemos ver en la foto 8.
Para evitar enganchones, se liman los remaches situados en
la parte inferior del embalaje, como se ve en la foto 9.
La construcción termina montando los dos perfiles pequeños
en los frentes, de la forma ya explicada.
Para la sujeción entre embalaje y módulo, se pueden emplear
los mismos tornillos de acoplamiento del módulo, aprovechando los mismos
taladros previstos para ello, o bien realizar totalmente nuevos, y situarlos
bien en los frentes o bien en los laterales, empleando 2, 3 o 4 según el tamaño
y el lugar donde decidamos colocarlos.
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